martes, noviembre 06, 2007
Evangelio del día
Lecturas
San Pablo a los Romanos 12,5-16.
Salmo 131,1.2.3.
Canto
de peregrinación. De David. Mi corazón no se ha ensoberbecido, Señor,
ni mis
ojos se han vuelto altaneros. No he pretendido grandes cosas ni he
tenido
aspiraciones desmedidas.
No, yo aplaco y modero mis deseos: como un niño
tranquilo en brazos de su
madre, así está mi alma dentro de mí.
Espere
Israel en el Señor, desde ahora y para siempre.
Lucas 14,15-24.
Al oír estas palabras, uno de los invitados le dijo: "¡Feliz el que se
siente a la mesa en el Reino de Dios!".
Jesús le respondió: "Un hombre
preparó un gran banquete y convidó a mucha
gente.
A la hora de cenar,
mandó a su sirviente que dijera a los invitados:
'Vengan, todo está
preparado'.
Pero todos, sin excepción, empezaron a excusarse. El primero le
dijo:
'Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego me
disculpes'.
El segundo dijo: 'He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a
probarlos. Te
ruego me disculpes'.
Y un tercero respondió: 'Acabo de
casarme y por esa razón no puedo ir'.
A su regreso, el sirviente contó todo
esto al dueño de casa, y este,
irritado, le dijo: 'Recorre en seguida las
plazas y las calles de la
ciudad, y trae aquí a los pobres, a los lisiados,
a los ciegos y a los
paralíticos'.
Volvió el sirviente y dijo: 'Señor,
tus órdenes se han cumplido y aún sobra
lugar'.
El señor le respondió:
'Ve a los caminos y a lo largo de los cercos, e
insiste a la gente para que
entre, de manera que se llene mi casa.
Porque les aseguro que ninguno de los
que antes fueron invitados ha de
probar mi cena'".
Extraído de
la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Comentario del Evangelio
Reunidos de los cuatro vientos al banquete de Dios
Sobre la
Eucaristía, dad gracias así:Primero por el cáliz:Te damos gracias,
oh Padre
nuestro,por la santa viña de David, tu siervoque nos has revelado
por Jesús,
tu Hijo.¡Gloria a ti por los siglos!Después sobre el pan
partido:Te damos
gracias, oh Padre nuestro,por la vida y el conocimiento
que nos has revelado
por Jesús, tu Hijo.¡Gloria a ti por los siglos!¡De la
misma manera que este
pan que partimos,anteriormente diseminado por las
colinas,ha sido recogido
para no hacer más que uno solo,que así también tu
Iglesia sea reunidade los
extremos de la tierra en tu Reino!Porque tuyos
son la gloria y el poder por
los siglosDespués de haberos saciado, dad
gracias así:Te damos gracias, oh
Padre santo,por tu santo nombreque has
hecho habitar en nuestros
corazones,por el conocimiento, la fe y la
inmortalidadque nos has revelado
por Jesús, tu Hijo.¡Gloria a ti por los
siglos!Es a ti, Señor todopoderoso,
que has creado el universo,a la
alabanza de tu nombre;has dado
gozosamentealimento y bebida a los hijos de
los hombres,pero a nosotros, nos
has hecho la graciade un alimento
celestialy de una bebida para la vida
eterna,por Jesús, tu Hijo.Por encima
de todo, te damos graciaspor lo
poderoso que eres.¡Gloria a ti por los
siglos!Acuérdate, Señor, de tu
Iglesia,para librarla del mal,para hacerla
perfecta en tu amor.Reúne de los
cuatro vientos, esta Iglesia
santificada,en tu Reino, que tú mismo le has
preparado.Porque tuyos son el
poder y la gloria por los siglos de los
siglos.“Ven Señor” (Ap 22,20) y que
pase este mundo.¡Hosanna a la casa de
David!El que sea santo que se
acerque.El que no lo es, que haga
penitencia.“¡Marana tha!” (1C 16,22).
Amén
San Pablo a los Romanos 12,5-16.
también todos nosotros
formamos un solo Cuerpo en Cristo, y en lo que
respecta a cada uno, somos
miembros los unos de los otros.
Conforme a la gracia que Dios nos ha dado,
todos tenemos aptitudes
diferentes. El que tiene el don de la profecía, que
lo ejerza según la
medida de la fe.
El que tiene el don del ministerio,
que sirva. El que tiene el don de
enseñar, que enseñe.
El que tiene el
don de exhortación, que exhorte. El que comparte sus
bienes, que dé con
sencillez. El que preside la comunidad, que lo haga con
solicitud. El que
practica misericordia, que lo haga con alegría.
Amen con sinceridad. Tengan
horror al mal y pasión por el bien.
Amense cordialmente con amor fraterno,
estimando a los otros como más
dignos.
Con solicitud incansable y fervor
de espíritu, sirvan al Señor.
Alégrense en la esperanza, sean pacientes en
la tribulación y perseverantes
en la oración.
Consideren como propias
las necesidades de los santos y practiquen
generosamente la hospitalidad.
Bendigan a los que los persiguen, bendigan y no maldigan nunca.
Alégrense con los que están alegres, y lloren con los que lloran.
Vivan
en armonía unos con otros, no quieran sobresalir, pónganse a la
altura de
los más humildes. No presuman de sabios.
formamos un solo Cuerpo en Cristo, y en lo que
respecta a cada uno, somos
miembros los unos de los otros.
Conforme a la gracia que Dios nos ha dado,
todos tenemos aptitudes
diferentes. El que tiene el don de la profecía, que
lo ejerza según la
medida de la fe.
El que tiene el don del ministerio,
que sirva. El que tiene el don de
enseñar, que enseñe.
El que tiene el
don de exhortación, que exhorte. El que comparte sus
bienes, que dé con
sencillez. El que preside la comunidad, que lo haga con
solicitud. El que
practica misericordia, que lo haga con alegría.
Amen con sinceridad. Tengan
horror al mal y pasión por el bien.
Amense cordialmente con amor fraterno,
estimando a los otros como más
dignos.
Con solicitud incansable y fervor
de espíritu, sirvan al Señor.
Alégrense en la esperanza, sean pacientes en
la tribulación y perseverantes
en la oración.
Consideren como propias
las necesidades de los santos y practiquen
generosamente la hospitalidad.
Bendigan a los que los persiguen, bendigan y no maldigan nunca.
Alégrense con los que están alegres, y lloren con los que lloran.
Vivan
en armonía unos con otros, no quieran sobresalir, pónganse a la
altura de
los más humildes. No presuman de sabios.
Salmo 131,1.2.3.
Canto
de peregrinación. De David. Mi corazón no se ha ensoberbecido, Señor,
ni mis
ojos se han vuelto altaneros. No he pretendido grandes cosas ni he
tenido
aspiraciones desmedidas.
No, yo aplaco y modero mis deseos: como un niño
tranquilo en brazos de su
madre, así está mi alma dentro de mí.
Espere
Israel en el Señor, desde ahora y para siempre.
Lucas 14,15-24.
Al oír estas palabras, uno de los invitados le dijo: "¡Feliz el que se
siente a la mesa en el Reino de Dios!".
Jesús le respondió: "Un hombre
preparó un gran banquete y convidó a mucha
gente.
A la hora de cenar,
mandó a su sirviente que dijera a los invitados:
'Vengan, todo está
preparado'.
Pero todos, sin excepción, empezaron a excusarse. El primero le
dijo:
'Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego me
disculpes'.
El segundo dijo: 'He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a
probarlos. Te
ruego me disculpes'.
Y un tercero respondió: 'Acabo de
casarme y por esa razón no puedo ir'.
A su regreso, el sirviente contó todo
esto al dueño de casa, y este,
irritado, le dijo: 'Recorre en seguida las
plazas y las calles de la
ciudad, y trae aquí a los pobres, a los lisiados,
a los ciegos y a los
paralíticos'.
Volvió el sirviente y dijo: 'Señor,
tus órdenes se han cumplido y aún sobra
lugar'.
El señor le respondió:
'Ve a los caminos y a lo largo de los cercos, e
insiste a la gente para que
entre, de manera que se llene mi casa.
Porque les aseguro que ninguno de los
que antes fueron invitados ha de
probar mi cena'".
Extraído de
la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Comentario del Evangelio
Reunidos de los cuatro vientos al banquete de Dios
Sobre la
Eucaristía, dad gracias así:Primero por el cáliz:Te damos gracias,
oh Padre
nuestro,por la santa viña de David, tu siervoque nos has revelado
por Jesús,
tu Hijo.¡Gloria a ti por los siglos!Después sobre el pan
partido:Te damos
gracias, oh Padre nuestro,por la vida y el conocimiento
que nos has revelado
por Jesús, tu Hijo.¡Gloria a ti por los siglos!¡De la
misma manera que este
pan que partimos,anteriormente diseminado por las
colinas,ha sido recogido
para no hacer más que uno solo,que así también tu
Iglesia sea reunidade los
extremos de la tierra en tu Reino!Porque tuyos
son la gloria y el poder por
los siglosDespués de haberos saciado, dad
gracias así:Te damos gracias, oh
Padre santo,por tu santo nombreque has
hecho habitar en nuestros
corazones,por el conocimiento, la fe y la
inmortalidadque nos has revelado
por Jesús, tu Hijo.¡Gloria a ti por los
siglos!Es a ti, Señor todopoderoso,
que has creado el universo,a la
alabanza de tu nombre;has dado
gozosamentealimento y bebida a los hijos de
los hombres,pero a nosotros, nos
has hecho la graciade un alimento
celestialy de una bebida para la vida
eterna,por Jesús, tu Hijo.Por encima
de todo, te damos graciaspor lo
poderoso que eres.¡Gloria a ti por los
siglos!Acuérdate, Señor, de tu
Iglesia,para librarla del mal,para hacerla
perfecta en tu amor.Reúne de los
cuatro vientos, esta Iglesia
santificada,en tu Reino, que tú mismo le has
preparado.Porque tuyos son el
poder y la gloria por los siglos de los
siglos.“Ven Señor” (Ap 22,20) y que
pase este mundo.¡Hosanna a la casa de
David!El que sea santo que se
acerque.El que no lo es, que haga
penitencia.“¡Marana tha!” (1C 16,22).
Amén